EN MEMORIA A EUCARIO BERMUDEZ

EUCARIO!

Su silencio nos va a romper los oídos. La tierra, la misma que enalteció, lo reclamó para sus entrañas, después de un largo instante vital. Su voz rompió el viento y su ruido se hice un sonido embrujador. Le puso pentagrama a la locución, un oficio que hace magia con la garganta. Dejó la tierra colombiana cuando completó su hastío radial y comenzó otra aventura en idioma extranjero. Se hizo famoso aquí y allá, y allá le pusieron su nombre a un camino como homenaje andariego. Su nombre fue la primera pieza creativa que se apartó de la lista prenatal. Tenía las cinco vocales y su parecido con las células lo hicieron muy organizado, en sus emprendimientos, en sus futuros. Con José Luis Mateus, Jaime Martínez Apraez y Yamid Amat, me salvó de la vida dura. Ganarse la comida, la dormida y la vestida con la voz, es una primera salvación. Eucario no tendía la mano, la agarraba. Fue, para muchos padre, hijo y espíritu bueno. Don Eucario, siempre recordaré aquel día en Neiva, con Ernesto Rojas y Chucho Emilio Aguirre. Paz en su oriente eterno.

POR : FERNANDO CALDERÓN ESPAÑA